Después de múltiples retrasos por parte de la Agencia Tributaria, se espera que a mediados de 2025 sea la fecha de entrada en vigor del reglamento que obligará a todos los empresarios y profesionales de emitir facturas con un código QR. Una factura que obligará a las PYMES de disponer de herramientas de facturación que estén en conexión continuada con la Agencia Estatal Tributaria, y que será compatible con la facturación electrónica. En otros países como Portugal, hace unos cuantos años que se incorporó esta obligatoriedad.
Aunque es una medida que rompe con el modelo tradicional, la Agencia Tributaria está todavía regulando dicho reglamento, ya que son muchas las dudas que surgen sobre su implantación. El periodo de adaptación de las microempresas –sobre todo autónomos- se hará de manera gradual, para que se abandone poco a poco los métodos de facturación obsoletos. No todo son malas noticias: a medio plazo se apreciará un ahorro en los costes y una mejora en la digitalización de la economía.
Esta normativa será aplicable a los siguientes obligados tributarios:
- los contribuyentes del Impuesto sobre Sociedades.
- los contribuyentes de Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que desarrollen actividades económicas.
- los contribuyentes del Impuesto sobre la Renta de no Residentes que obtengan rentas mediante establecimiento permanente.
- entidades en régimen de atribución de rentas que desarrollen actividades económicas.
Los programas informáticos o electrónicos (SIF) ya están trabajando para adaptarse a estas medidas, porque la emisión de las facturas (completas y simplificadas) deberán incorporar un código QR que contenga una serie de datos obligatorios de la factura según la Orden Ministerial.
El objetivo es que los obligados tributarios podrán, voluntariamente, remitir de inmediato a la Agencia Tributaria todos los registros generados en sus sistemas informáticos de facturación. Esta remisión no tendrá la consideración de denuncia de infracciones tributarias, porque va en consonancia con la lucha contra el fraude fiscal por parte de la Administración, al mismo tiempo que se avanza en el proceso de digitalización de las empresas de nuestro país.
La Asesoría Plaza Benítez ya dispone de las herramientas necesarias para informar a sus clientes de forma detallada y personalizada de todos los cambios que se avecinan con la implantación de esta normativa y, al mismo tiempo, pondrá a disposición de sus clientes –microempresas y autónomos- sus programas informáticos de facturación que supondrá un ahorro en costes de software. Además, no tendrán que lidiar con trámites administrativos para que se cumpla las comunicaciones directas y obligatorias con la Agencia Tributaria sobre su facturación.
0 comentarios